jueves, 19 de diciembre de 2024

El cuerpo: ese ataúd que nos protege del sol.

 

En la mayoría de los animales, seres humanos incluidos, ocurre un fenómeno paranormal que nadie, que yo sepa, se ha percatado.

Pero partamos de la premisa primero de que, al menos, un cuerpo y un alma tenemos.

Por el día el alma está dentro del cuerpo y es el "conductor" por así decirlo. De día el alma viaja en un coche blindado a cal y canto, más protegida imposible diría yo. ¿Pero protegida de qué?. Del sol, sin duda. El alma desde dentro es capaz de dirigir el vehículo, generalmente con cinco mándos o sensores llamados sentidos,  aunque creo que le gustaría más poder salir fuera y vagar a sus anchas y sin la "limitación" de los sentidos.

Por la noche, sin embargo, cuando el sol ya no es una amenaza, sale. Si está muy apegada a ciertos vicios terrenales no abandona el cuerpo o busca otros cuerpos (aunque esto le resulta algo más complicado, entrar en cuerpos ajenos no es fácil). Si no abandona el cuerpo es cuando tenemos los famosos problemas del sueño. Es decir, el alma no quiere o no sabe abandonar el cuerpo, pero ya está fuera del cuerpo (sale automáticamente cuando ya no hay sol). Si el alma no sabe o no quiere abandonar el cuerpo, no desconectará de él y eso hará que el cuerpo no descanse (los famosos problemas del sueño). 

Los que hemos salido por la noche de juerga o por trabajo no somos conscientes, pero nuestro alma está fuera y dirige nuestro cuerpo desde fuera y no desde dentro. Claro que esto luego nos pasa factura al siguiente día por la mañana.

Si señores. Somos una alma que tenemos un cuerpo sólo para protegernos del sol. El alma no necesita descansar, el cuerpo si. El alma sale por la noche del cuerpo y debe "desconectar" de él. Lo mejor, por la noche, es "abandonar" sin miedo nuestro cuerpo y vagar sin él, alejarnos de él, eso es lo que en realidad deberíamos de hacer, dejando descansar al cuerpo y volver, cuando amanezca, a introducirnos en nuestro cuerpo asignado para empezar otro día desde dentro creyéndonos ser un cuerpo, una alma que sueña siéndolo.

No tengas miedo por la noche y aléjate de tu cuerpo. Una ley inquebrantable impide que otro lo ocupe sin tu permiso y, cuando llegue la hora, regresarás automáticamente. 


¿Por qué tenemos hijos?

Intentaré explicar esta teoría con ejemplos. Vaya por delante una de mis frases favoritas "La verdad es aquello que te resulta útil".

  • Mi hijo de apenas un año y yo hemos cenado. Le he acostado y duerme tranquilamente. En casa se respira paz y tranquilidad. Es el momento perfecto para disfrutar, en la galería, de la cocina, del para mi sagrado ritual del café con el cigarro. Me caliento el café con leche, lo pongo un poquito de azucar, cojo el cenicero y el vaso y me voy a la galería con el mechero y mi paquete de tabaco. Doy un sorbo y enciendo mi cigarrillo...Despúes de dos o tres caladas, con sus correspondientes dos o tres sorbos y yo estando en la más absolutas de las glorias oigo a mi hijo llorar...se ha despertado...interrumpe mi bucólico momento...Una rábia entra en mi por tan inoportuno llando y me hace decir las siguiente palabras "Me cago en el niño de los cojones que no me deja ni fumar un cigarrillo a gusto". Justo al acabar de decirlas me percato que ese niño de los cojones en el que me acabo de cagar es lo que más quiero en este mundo...Miro el cigarro, el café, vuelvo a mirar el cigarro y pienso "esto es lo que me ha hecho decir lo que nunca hubiera querido decir de mi quierido hijo".  Es tanto el amor que lo tengo que me di cuenta que erá él el que, de manera incosnciente, me estaba diciendo "Papa, deja de fumar que es malo para ti"... Ahora tiene 21 y no he vuelto a fumar un cigarrillo desde entonces. Fué él, el que con apenas un año, me enseñó, por amor, a dejar de fumar. Gracias Víctor
  • Veinte años después...Salgo de fiesta, bebo vino en la comida y 7 u 8 cervezas durante la larga tarde-noche. Vuelvo a casa algo perjudicado, a priori no demasiado. Sin embargo me levanto, al dia siguiente, como una piltrafa. Me duele la cabeza y tengo malestar de estomago, con ganas de vomitar. Me encuentro bastante mal la verdad, diría que no soy persona. Ese mismo día Víctor me llama diciéndose que se ha "roto" en el partido, en su pierna, rotura de fibras casi seguro, esquiotibiales. Apenas puedo contestarle porque además estoy sin voz, pero después me viene que quizás tenga relación mi comportamiento de ayer y mi estado de hoy con la lesión de mi hijo. Se qe la parte derecha tiene relación con el Padre y la pareja y, efectivamente su lesión ha sido en la pierna derecha... ¿Casualidad?, no lo creo. Mi hijo, incosncientemente, me dice "deja de beber alcohol". Hace tiempo aprendí que las casualidades son en realidad causalidades (1). Víctor me ayudo a dejar el tabaco y ahora hace lo mismo, tambien inconscientemente, con el alcohol. La Fuerza Roja, como dice el Clan al que recientemente me he juntado por invitación preciasmente de Víctor, o la fuerza de la sangre. Sólo un hijo, o alguien al que ames mucho, te puede enseñar de esta forma y hay que estar muy atento, él no será consciente, sólo tú puedes y no es nada fácil. Quizás Jesus de Nazaret fue un hijo consciente de esto. Como de costumbre hay que bajar la infierno para aprender las cosas del cielo, esti Jesús creo que también lo sabía. Gracias Víctor.
  • Una cosa que sin duda me ayuda muchísimo, en este viaje que emprendí después de mi divorcio, es el haber aprendido a tocar la guitarra. Eso me permite cantar como núnca antes lo había hecho. ¿A quién creéis que debo el empezar a tocar la guitarra?, a mi segundo y último hijo. Cuando eran pequeños yo andaba empeñados en que aprendieran música. Después de pasar por la percusión, Nicolás eligio la guitarra y yo estuve ayudándole en sus comienzos con ducho instrumento. El resultado es que aprendimos los dos lo básico, luego mi hijo la dejo de lado pero yo continúo a dia de hoy y después de más de ocho años cantando donde me dejan a ritmo de mis guitarras. Gracias Nicolás
     

Hay otras historias, de otras personas, con un tinte similar. Me viene a la memoria, ligado diría yo al segundo punto mio, el caso del Dr. Hammer, que sufrió un cáncer del testículo derecho a raiz de la traumática perdida de su hijo. "Gracias a él", nació lo que ahora se conoce como la nueva medicina germánica.

Y ahora después, como dicen mis hijos, de esta fumada, me gustaría que leyerais una entrada que publique hace más de 10 años:

https://estenosoyyoquemelohancambiado.blogspot.com/2012/09/los-hijos-la-eterna-herramienta-mal.html

A modo de conclusión y resumen diré que tenemos hijos para hacer cosas que, de otra forma o sin ellos, no seríamos capaces de hacer. 

 

Notas:

(1) "Lo que tú llanas ´casualidad´ es, en realidad, causalidad. Nada sucede en este mundo sin que intervenga la ley de la causalidad." El juego de la vida, Robin Book